Cuando hablamos de las fiestas de San Juan, sabemos que es una celebración que sucede todos los 23 – 24 de junio en honor a San Juan Bautista, pero… ¿quién era este señor??
Era una predicador judío, santo en varias ramas del cristianismo y venerado en el islam y otras confesiones como profesa. Se dice, que la tradición cristiana lo consideraba como el precursor de Jesús, sin embargo, las inquietudes religiosas y espirituales que sentía Bautista, lo llevaron a liderar una secta judía emparentada con los esenios (sectas y comunidades monásticas de la época) que esperaban la llegada de un Mesías.
Entre los esenios había un grupo llamado “los bautistas”, que daba gran importancia al rito bautismal que consiguió que San Juan comenzará a ser conocido públicamente como profeta; su actividad se desarrolló en el bajo valle del río Jordán, donde predicaba la “buena nueva” y administraba el bautismo en las aguas del río, la penitencia que predicaba no debía ser meramente formal y externa, sino que tenía que comportar un auténtico cambio en la forma de vivir y de actuar.
De aquí nace la tradición de las fiestas de San Juan, ligada a la llegada del solsticio de verano (21 de junio), de origen pagano que más tarde se cristianizó, guardando ritos y tradiciones ligados al fuego, al agua y a las hierbas.
El fuego es conocido como el elemento purificador que nos libra de la mala suerte y es una ayuda al sol de darle más luz, ya que, es un día donde el mismo va perdiendo fuerza.
El agua es el segundo elemento y es el símbolo de San Juan, se dice que esa noche las agua tienen virtudes curativas, por eso muchos lugares acostumbran a celebrar en las playas o ríos.
Las hierbas es el tercer elemento, se cree que las plantas multiplican sus propiedades curativas esa noche. Vamos, que es una noche mágica, de alejar la mala suerte, de atraer lo bueno y dejar atrás lo malo.
¿Cómo se celebran las fiestas de San Juan?
En la noche del 23 de junio se organizan hogueras en las plazas y playas con música y bailes. La hora mágica son las doce, el momento de sumarse al ritual de la depuración por medio de los tres elementos.
Según donde te encuentres la tradición varía; algunos queman muñecas de trapos para espantar los espíritus, otros se lavan la cara a media noche para no perder juventud ni belleza, seguidamente nadie puede mirarse al espejo, porque se dice que el hechizo no hará su efecto. Hay sitios donde se aparece un hada misteriosa llamada “La Jonaina” que concede deseos a cambio de llegar hasta Teulada (municipio en la Comunidad de Valencia) con ella subida a nuestras espaldas, la única condición es no girar la cabeza para intentar mirarla. Existen lugares donde los habitantes y visitantes del pueblo van recorriendo las calles mientras se empapan con mangueras, globos y pistolas de agua.
Lo cierto de todo, es que no puede faltar el fuego, el agua y las hierbas como un plus para atraer las cosas buenas, así que si quieres unirte a las celebraciones, pero en tu comunidad no se acostumbra o no quieres salir, puedes hacerlo desde tu propia casa:
- Llena tu espacio de velas, préndelas y crea una ambiente relajado y místico.
- Escribe tus pensamientos, temores, todas las cosas que quieras dejar en el pasado y quémalo diciendo “yo me libero de ello”.
- Si no tienes agua de mar o de río cerca que puedas recolectar, puedes agarrar un balde con agua y sal gruesa y mojar los pies, de esta manera se liberan las energías. También, puedes bañarte con sal gruesa, comenzando desde el cuello hasta la punta de los dedos y pidiendo que todas las cosas malas se alejan; sécate y colócate alguna crema o colonia con olor dulce para atraer la prosperidad y buena suerte.
Cuéntame.. ¿qué otras tradiciones tienes para celebrar esta noche tan mágica y llena de buenas energías?
PD: Estoy emocionada de que volvamos a encontrarnos en el próximo artículo, mientras tanto te animo a que consultes nuestra tienda online de ropa boho chic para que encuentres tu outfit perfecto para este San Juan.